jueves, 7 de julio de 2016
viernes, 1 de julio de 2016
viernes, 24 de junio de 2016
MI ANTES-JEISON ALVARADO
5:03 p.m.
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Mí Antes
Jeison
Alvarado Mi vida empezó con mucho maltrato en el hogar luego
eso me llevo a alejarme de mi núcleo familiar y estar más con mis amigos y por
causa de esto mi vida empezó con mentiras, alcohol, drogas por la influencia de
mis amigos y las heridas de mi corazón tratando de llenar los vacíos que dejo
mi familia y empezaron a verse muchos problemas como el dinero, la avaricia, el
rencor, odio hacia las personas y eso me llevo a sentir que no tenía ningún valor. Mi vida tenía muchas peleas por causa del odio y llegue a dañar a muchas
personas que trataron de ayudarme con consejos; en un momento me vi en un
callejón sin salida, hasta llegó el pensamiento de quitarme la vida no sabiendo
el valor que tenía.
Hasta que una amiga me hablo de Dios y vi como esos vacíos
empezaron a llenarse del Amor de Dios y mi vida dio un giro total en el que me
di de cuenta que Dios siempre esta con migo en todo momento y cada quiero
llenarme más del amor de Dios.
JESÚS ES MI PASTOR-TESTIMONIOS
11:01 a.m.
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MI TESTIMONIO
Mi nombre es Yurany Guerrrero tengo 26 años de edad, mis padres se
convirtieron al cristianismo cuando yo tenia aproximadamente siete años y
aunque vi una transformación radical en sus vidas y nuestra familia a partir de
allí, para mi era una vergüenza decir que mis padres eran crisitianos, pues en
el colegio mis amigos iban a fiestas, tenían novios y yo no podía hacer ninguna
de estas cosas; crecí reprimiendo todos estos deseos de hacer lo que yo
quisiera, veía la vida cristiana como algo aburrido y poco convencional, sin
embargo podía decir en voz alta que mis papás se amaban y tenían una buena
relación; contrario a lo que escuchaba de mis amigas, pues estas vivían la
decepción de una separación, infidelidades, maltratos físicos y emocionales a
los cuales ellas eran sometidas, situaciones, que me fueron mostrando poco a
poco que la vida que llevaban mis padres y a la cual yo era sometida a vivir,
era mucho mejor.
Hoy en día y aún mucho antes de rendir mi vida a los pies de cristo
le doy gracias a Dios porque mis padres siempre fueron esa piedra de tropiezo
para mi vida, ya que gracias a sus oraciones Dios siempre me ha guardado, pues
en el colegio crecí teniendo siete amigas, las cuales vivían eso que para mi
era interesante y divertido, pero que desafortunadamente las llevo a ser madres
muy prematuras, algunas no pudieron siquiera terminar su bachillerato y viven
el sufrimiento de ser madres cabeza de hogar, otras son maltratadas física y
emocionalmente por sus conyugues quienes además de esto les han sido infieles todo
el tiempo, hasta el punto de convertirse en situaciones normales; otras
simplemente fueron abandonadas quedado totalmente destruidas y sin saberlo han
repetido la historia varias veces, por lo que algunas tienen hasta dos hijos de
padres diferentes. Hacer una mirada en retrospectiva me ha dejado muchas
enseñanzas, sin embargo me costaba dejar mi vida secular; una vida
aparentemente tranquila, pues a pesar de vivir en pecado podía conseguir
fácilmente todo lo que anhelaba tener y me consideraba una mujer exitosa.
Desafortunadamente, usé a Dios durante muchos años como ese Dios
bombero que apagaba cualquier circunstancia difícil por la cual estuviese
atravesando pero luego de superarla me olvidaba fácilmente de él y continuaba
así; creyendo enceguecida por las mentiras de satanás que podría elegir en
cualquier momento volver a los pies de Dios, gracias a esto, me permití vivir
situaciones desafortunadas que endurecieron mi corazón debido al pecado;
situaciones que de haberme determinado desde niña obedecer a Dios, me habría
evitado muchas heridas en el corazón, a mi y a mis padres, pues a ellos también
les causé heridas y decepciones muy profundas a lo largo de los años. Tal ves
en mi interior, pesaba la idea de que mi desamor por Dios era por culpa de
ellos, pues me habían dejado abandonada en casa durante años por ir a la
iglesia a buscar de él.
Efectivamente, cuando tuve mi mayoría de edad y empecé a trabajar
y a pagar mis estudios, me dispuse a conocer del mundo a mi antojo, y todo
hasta ese entonces parecía ir bien, aparentemente lo tenia todo; sin embargo,
Dios en medio de su infinita misericordia el 07 de septiembre del 2015, a los 25 años de edad, me permitió vivir una
experiencia que para muchos podría ser normal, pero que a mi me cambio la vida,
corrió el velo que durante años me había mantenido ciega. Esa mañana
conduciendo mi motocicleta, tuve un accidente en donde me atropello un carro,
el cual me ocasionó dos fracturas en los
metatarsianos del pie y múltiples magulladuras en todo el cuerpo.. hacía poco
había quedado sin trabajo, tuve que dejar la universidad y mi compañero
sentimental, harto de una relación tortuosa, y luego de casi siete años de
relación decidió dejarme e intentar otro amorío. Y para rematar! al día del
accidente, llevaba casi un mes sin hablarme con mi mamá, gracias a mi orgullo y
altivez. Sin embargo, rodeada de tanta gente, y a la vez tan sola, no tuve a
quien más recurrir.
El telón se cayó, y tras un pestañeo, parecía que todo había
acabado, los médicos decían que mi recuperación iba a tardar mas de un año y
que debía tener el yeso por al menos tres o cuatro meses; en realidad no quería
vivir, pasé los meses más amargos, angustiosos e indeseados de mi vida, y a
decir verdad no quería saber nada de Dios, no podía creer que yo, siendo una
mujer “buena” trabajadora y “juiciosa” pudiese merecer tal castigo. Tan altiva
e independiente, que tenia que esperar a que mi mamá llevara a mi cuarto los
alimentos; tan sociable, amiguera y rumbera que a penas recibía un par de
llamadas por teléfono de unos pocos que se hacían llamar amigos, mi pie y mi
pierna se hinchaban cada día más, y estaba en un estado de depresión bastante
deplorable.. lloro incontenible, vomito, diarrea, migraña e insomnio eran
algunos de los síntomas mas notorios. Me había quedado sin nada de lo que tanto
me gloriaba tener, hasta que una noche en solitario escuche una voz que decía, “de
ti depende lo que dure este proceso, un mes, dos meses, seis meses o incluso años.”
De solo pensarlo me desgarre a llorar, sentía que no podía más, y le pedí perdón a Dios porque me había
olvidado completamente de que mi vida dependía de él, y que había sido él quien
me lo había dado todo; pero como él me lo había dado, tenia la potestad de
dejarme sin nada y hasta ese día lo entendí o mejor, lo reconocí. Tuve un
encuentro personal con Dios es día, en el cual me rendí completamente a sus
pies y me determine firmemente a no alejarme nunca más y a servirle
fervorosamente durante el resto de mi vida si me daba las fuerzas para
levantarme, y como Dios esta presto para escuchar nuestras oraciones si nos
humillamos delante de él y confesamos todos nuestros pecados; me regalo esa
misma noche, dos hermosas promesas que me sirvieron de cuerda para aferrarme
ciegamente y salir del fango en el que me encontraba:
“Si tú dispusieres tu corazón,
Y extendieres a él tus
manos;
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de
ti,
Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás
fuerte, y nada temerás; Y olvidarás tu
miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque
oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás
alrededor, y dormirás seguro. Te
acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor”. Job
11:13-19
“Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz;
Y por
ello te vendrá bien.
Toma ahora la ley de su boca,
Y pon sus palabras en tu
corazón.
Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado;
Alejarás
de tu tienda la aflicción; Tendrás más
oro que tierra,
Y como piedras de arroyos oro de Ofir; El Todopoderoso será tu defensa,
Y tendrás plata en
abundancia.
Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente,
Y
alzarás a Dios tu rostro. Orarás a
él, y él te oirá;
Y tú pagarás tus votos.
Determinarás asimismo una cosa, y te será firme,
Y sobre
tus caminos resplandecerá luz.” Job 22:22
Estas fueron promesas que marcaron mi vida, pero luego de esto pasé
más de 20 días encerrada en mi cuarto clamando a Dios misericordia de día y de
noche, me sentía culpable de todo lo que estaba pasando y sentía que no podía
alcanzar el perdón de Dios, y este fue otro proceso que tuve que afrontar,
aprender a perdonarte no es fácil y perdonar a quienes te causan heridas, es
aún más difícil, pero Jesús llevo cautivos nuestros pecados, y si él nos
perdonó, cómo no podremos perdonar nosotros a quienes nos hieren?.. tuve temor
de que esto nunca pasará pero Dios a través de su palabra dijo; “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria
de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.” Juan 11:4
además Dios
no nos da una carga más pesada de la que podamos soportar, fueron días de lucha
espiritual, pues habían potestades demoniacas en mi vida que me incitaban al
suicidio, podía ver la muerte muy cerca de mi, pero la Gloria es para Dios,
porqué el me dotó de una gran fe para creer en sus promesas, y permitió durante
este proceso que leyera la biblia como nunca antes lo había hecho, a solas
tenia cada día más sed de Dios, de escudriñar su palabra, de leer algunos
libros que me confortaban y me confrontaban, escuché todas las predicaciones existentes
en internet del Pastor Cesar Castellanos y entendí que su propósito para mi
vida era para darme Vida a través de un nuevo nacimiento con Jesús.
Finalmente, mi recuperación
se dio en tiempo record, y como cuando Dios quita devuelve en abundancia, me
regalo la oportunidad de viajar a ecuador, de conocer la torre Eiffel en parís,
y Disneylandia en Hong-kong a través de mi hermano quien costeo todo el viaje,
y una gran fe, sé que Dios vive y que faltan más promesas por cumplirse. Hoy en
día le doy gracias a Dios porque me salvó, no por obras sino por gracia, y
aunque ha pasado poco tiempo, para mi han sido como años, porque he crecido
muchísimo, y no volvería atrás, soy consiente de que tuve muchas oportunidades
para entregar mi vida con determinación a Dios a través de algunos “susurros”,
pero preferí el “ladrillazo”, entendí que aunque nos escondamos debajo de las
piedras, allí nos hallará Dios; y aunque definitivamente no desearía volver a
pasar por un valle como el que viví, jamás, sé que de no haber sido así no
habría reconocido que dependo sólo de él, y le doy gracias infinitas a Dios
porque me dio la victoria en medio de la tormenta, porque el Espíritu santo se
convirtió en mi mejor amigo, guía y consolador, y porqué se que a través de mi
testimonio de vida, podré guiar a otros al camino de la salvación y la vida
eterna con Jesús.
jueves, 23 de junio de 2016
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