viernes, 24 de junio de 2016

MI ANTES-JEISON ALVARADO

Mí Antes

Jeison Alvarado Mi vida empezó con mucho maltrato en el hogar luego eso me llevo a alejarme de mi núcleo familiar y estar más con mis amigos y por causa de esto mi vida empezó con mentiras, alcohol, drogas por la influencia de mis amigos y las heridas de mi corazón tratando de llenar los vacíos que dejo mi familia y empezaron a verse muchos problemas como el dinero, la avaricia, el rencor, odio hacia las personas y eso me llevo a sentir que no tenía ningún valor. Mi vida tenía muchas peleas por causa del odio y llegue a dañar a muchas personas que trataron de ayudarme con consejos; en un momento me vi en un callejón sin salida, hasta llegó el pensamiento de quitarme la vida no sabiendo el valor que tenía.


 Hasta que una amiga me hablo de Dios y vi como esos vacíos empezaron a llenarse del Amor de Dios y mi vida dio un giro total en el que me di de cuenta que Dios siempre esta con migo en todo momento y cada quiero llenarme más del amor de Dios.

RELACIONÁNDONOS CON DIOS


JESÚS ES MI PASTOR-TESTIMONIOS


MI TESTIMONIO



Mi nombre es Yurany Guerrrero tengo 26 años de edad, mis padres se convirtieron al cristianismo cuando yo tenia aproximadamente siete años y aunque vi una transformación radical en sus vidas y nuestra familia a partir de allí, para mi era una vergüenza decir que mis padres eran crisitianos, pues en el colegio mis amigos iban a fiestas, tenían novios y yo no podía hacer ninguna de estas cosas; crecí reprimiendo todos estos deseos de hacer lo que yo quisiera, veía la vida cristiana como algo aburrido y poco convencional, sin embargo podía decir en voz alta que mis papás se amaban y tenían una buena relación; contrario a lo que escuchaba de mis amigas, pues estas vivían la decepción de una separación, infidelidades, maltratos físicos y emocionales a los cuales ellas eran sometidas, situaciones, que me fueron mostrando poco a poco que la vida que llevaban mis padres y a la cual yo era sometida a vivir, era mucho mejor.

Hoy en día y aún mucho antes de rendir mi vida a los pies de cristo le doy gracias a Dios porque mis padres siempre fueron esa piedra de tropiezo para mi vida, ya que gracias a sus oraciones Dios siempre me ha guardado, pues en el colegio crecí teniendo siete amigas, las cuales vivían eso que para mi era interesante y divertido, pero que desafortunadamente las llevo a ser madres muy prematuras, algunas no pudieron siquiera terminar su bachillerato y viven el sufrimiento de ser madres cabeza de hogar, otras son maltratadas física y emocionalmente por sus conyugues quienes además de esto les han sido infieles todo el tiempo, hasta el punto de convertirse en situaciones normales; otras simplemente fueron abandonadas quedado totalmente destruidas y sin saberlo han repetido la historia varias veces, por lo que algunas tienen hasta dos hijos de padres diferentes. Hacer una mirada en retrospectiva me ha dejado muchas enseñanzas, sin embargo me costaba dejar mi vida secular; una vida aparentemente tranquila, pues a pesar de vivir en pecado podía conseguir fácilmente todo lo que anhelaba tener y me consideraba una mujer exitosa.

Desafortunadamente, usé a Dios durante muchos años como ese Dios bombero que apagaba cualquier circunstancia difícil por la cual estuviese atravesando pero luego de superarla me olvidaba fácilmente de él y continuaba así; creyendo enceguecida por las mentiras de satanás que podría elegir en cualquier momento volver a los pies de Dios, gracias a esto, me permití vivir situaciones desafortunadas que endurecieron mi corazón debido al pecado; situaciones que de haberme determinado desde niña obedecer a Dios, me habría evitado muchas heridas en el corazón, a mi y a mis padres, pues a ellos también les causé heridas y decepciones muy profundas a lo largo de los años. Tal ves en mi interior, pesaba la idea de que mi desamor por Dios era por culpa de ellos, pues me habían dejado abandonada en casa durante años por ir a la iglesia a buscar de él.

Efectivamente, cuando tuve mi mayoría de edad y empecé a trabajar y a pagar mis estudios, me dispuse a conocer del mundo a mi antojo, y todo hasta ese entonces parecía ir bien, aparentemente lo tenia todo; sin embargo, Dios en medio de su infinita misericordia el 07 de septiembre del 2015,  a los 25 años de edad, me permitió vivir una experiencia que para muchos podría ser normal, pero que a mi me cambio la vida, corrió el velo que durante años me había mantenido ciega. Esa mañana conduciendo mi motocicleta, tuve un accidente en donde me atropello un carro, el cual  me ocasionó dos fracturas en los metatarsianos del pie y múltiples magulladuras en todo el cuerpo.. hacía poco había quedado sin trabajo, tuve que dejar la universidad y mi compañero sentimental, harto de una relación tortuosa, y luego de casi siete años de relación decidió dejarme e intentar otro amorío. Y para rematar! al día del accidente, llevaba casi un mes sin hablarme con mi mamá, gracias a mi orgullo y altivez. Sin embargo, rodeada de tanta gente, y a la vez tan sola, no tuve a quien más recurrir.

El telón se cayó, y tras un pestañeo, parecía que todo había acabado, los médicos decían que mi recuperación iba a tardar mas de un año y que debía tener el yeso por al menos tres o cuatro meses; en realidad no quería vivir, pasé los meses más amargos, angustiosos e indeseados de mi vida, y a decir verdad no quería saber nada de Dios, no podía creer que yo, siendo una mujer “buena” trabajadora y “juiciosa” pudiese merecer tal castigo. Tan altiva e independiente, que tenia que esperar a que mi mamá llevara a mi cuarto los alimentos; tan sociable, amiguera y rumbera que a penas recibía un par de llamadas por teléfono de unos pocos que se hacían llamar amigos, mi pie y mi pierna se hinchaban cada día más, y estaba en un estado de depresión bastante deplorable.. lloro incontenible, vomito, diarrea, migraña e insomnio eran algunos de los síntomas mas notorios. Me había quedado sin nada de lo que tanto me gloriaba tener, hasta que una noche en solitario escuche una voz que decía, “de ti depende lo que dure este proceso, un mes, dos meses, seis meses o incluso años.”

De solo pensarlo me desgarre a llorar, sentía que no podía más,  y le pedí perdón a Dios porque me había olvidado completamente de que mi vida dependía de él, y que había sido él quien me lo había dado todo; pero como él me lo había dado, tenia la potestad de dejarme sin nada y hasta ese día lo entendí o mejor, lo reconocí. Tuve un encuentro personal con Dios es día, en el cual me rendí completamente a sus pies y me determine firmemente a no alejarme nunca más y a servirle fervorosamente durante el resto de mi vida si me daba las fuerzas para levantarme, y como Dios esta presto para escuchar nuestras oraciones si nos humillamos delante de él y confesamos todos nuestros pecados; me regalo esa misma noche, dos hermosas promesas que me sirvieron de cuerda para aferrarme ciegamente y salir del fango en el que me encontraba:  

“Si tú dispusieres tu corazón,
Y extendieres a él tus manos;
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti,

Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás fuerte, y nada temerás;  Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.  La vida te será más clara que el mediodía;
 Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
 Mirarás alrededor, y dormirás seguro.  Te acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor”. Job 11:13-19

“Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz;
Y por ello te vendrá bien.
Toma ahora la ley de su boca,
Y pon sus palabras en tu corazón.
Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado;
Alejarás de tu tienda la aflicción; Tendrás más oro que tierra,
Y como piedras de arroyos oro de Ofir; El Todopoderoso será tu defensa,
Y tendrás plata en abundancia.
Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente,
Y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a él, y él te oirá;
Y tú pagarás tus votos.
Determinarás asimismo una cosa, y te será firme,
Y sobre tus caminos resplandecerá luz.” Job 22:22

Estas fueron promesas que marcaron mi vida, pero luego de esto pasé más de 20 días encerrada en mi cuarto clamando a Dios misericordia de día y de noche, me sentía culpable de todo lo que estaba pasando y sentía que no podía alcanzar el perdón de Dios, y este fue otro proceso que tuve que afrontar, aprender a perdonarte no es fácil y perdonar a quienes te causan heridas, es aún más difícil, pero Jesús llevo cautivos nuestros pecados, y si él nos perdonó, cómo no podremos perdonar nosotros a quienes nos hieren?.. tuve temor de que esto nunca pasará pero Dios a través de su palabra dijo; “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.” Juan 11:4 además Dios no nos da una carga más pesada de la que podamos soportar, fueron días de lucha espiritual, pues habían potestades demoniacas en mi vida que me incitaban al suicidio, podía ver la muerte muy cerca de mi, pero la Gloria es para Dios, porqué el me dotó de una gran fe para creer en sus promesas, y permitió durante este proceso que leyera la biblia como nunca antes lo había hecho, a solas tenia cada día más sed de Dios, de escudriñar su palabra, de leer algunos libros que me confortaban y me confrontaban, escuché todas las predicaciones existentes en internet del Pastor Cesar Castellanos y entendí que su propósito para mi vida era para darme Vida a través de un nuevo nacimiento con Jesús.






Finalmente, mi recuperación se dio en tiempo record, y como cuando Dios quita devuelve en abundancia, me regalo la oportunidad de viajar a ecuador, de conocer la torre Eiffel en parís, y Disneylandia en Hong-kong a través de mi hermano quien costeo todo el viaje, y una gran fe, sé que Dios vive y que faltan más promesas por cumplirse. Hoy en día le doy gracias a Dios porque me salvó, no por obras sino por gracia, y aunque ha pasado poco tiempo, para mi han sido como años, porque he crecido muchísimo, y no volvería atrás, soy consiente de que tuve muchas oportunidades para entregar mi vida con determinación a Dios a través de algunos “susurros”, pero preferí el “ladrillazo”, entendí que aunque nos escondamos debajo de las piedras, allí nos hallará Dios; y aunque definitivamente no desearía volver a pasar por un valle como el que viví, jamás, sé que de no haber sido así no habría reconocido que dependo sólo de él, y le doy gracias infinitas a Dios porque me dio la victoria en medio de la tormenta, porque el Espíritu santo se convirtió en mi mejor amigo, guía y consolador, y porqué se que a través de mi testimonio de vida, podré guiar a otros al camino de la salvación y la vida eterna con Jesús. 


jueves, 23 de junio de 2016

Guerra Espiritual


El poder de una Vision